domingo, 19 de julio de 2015

EL CAMINO IGNACIANO

 
INAZIOTZAR BIDEA - CAMÍ IGNASIÀ
Euskadi y Cataluña han decidido dar un impulso al Camino Ignaciano, la ruta que san Ignacio de Loyola realizó en 1522 entre Azpeitia (Gipuzkoa) y Manresa (Barcelona), con su decisión de promocionarlo como un producto de turismo cultural y de naturaleza y una alternativa para los amantes del senderismo.

Discurre desde la casa natal de Ignacio en Loyola, una casa torre junto a la basílica de Loyola, en Azpeitia, hasta lo que se conoce como la Cova de San Ignacio, en la ciudad de Manresa, cerca del Monasterio de Montserrat. Son 650 kilómetros en total repartidos en 27 etapas. Seguir la ruta realizada por san Ignacio hace casi 500 años supone, en algunos tramos de la travesía, caminar en sentido contrario a las flechas amarillas que apuntan a Santiago.
Los peregrinos son buscadores de tesoros. Lo mismo que los que van tras el oro. Se ponen en marcha empujados por la sed de encontrar. No les basta con llegar al final del recorrido. Lo que buscan no es algo material sino el perdón o la reconciliación, una nueva orientación o rumbo de su vida, confirmar alguna decisión tomada, poner tierra de por medio respecto a alguien o algo, descubrir o trabajar la propia identidad, fijarse metas personales… El peregrino, hombre o mujer, se siente insatisfecho e intuye que, de alguna forma, va a encontrar una solución a su descontento… poniéndose en camino. El peregrino de hoy suele huir del “espejismo consumista”, entendido como una búsqueda permanente del placer, del disfrute, de la acumulación sin apenas reflexión, sin caer en la cuenta de sus consecuencias.
Ignacio decidió ir “contracorriente” y se puso en camino hacia Jerusalén, siguiendo el Camino Real, que le llevaría a Barcelona. De allí pensaba salir en barco para proseguir su peregrinación a Tierra Santa.
Consejos prácticos
Programa tu Camino Ignaciano
Es necesario, antes de empezar la marcha,  que te pongas en contacto con alguno de los puntos del Camino Ignaciano que ofrecen la credencial del mismo. Con ella podrás encontrar algunas facilidades para ser acogido en algunos albergues y ayuntamientos.
Conoces tus límites económicos, de tiempo y de forma física: prepara tu Camino Ignaciano con la ayuda de esta guía. Con buena fe, los servicios que se ofrecen a los peregrinos que caminan hacia Santiago también están disponibles para nosotros presentando oportunamente la credencial. En la descripción detallada de cada etapa encontrarás las posibilidades de avituallamiento, albergues y otras ayudas que podrías necesitar en tu Camino Ignaciano. En 2010 el Camino de Santiago dispone de 19 albergues, refugios o espacios de acogida para peregrinos, repartidos desde Montserrat hasta Logroño. Como podrás ver en las descripciones de las etapas, hay bastantes hostales y pensiones privadas a disposición del peregrino. Un punto importante que tener en cuenta es la ausencia de alojamientos en el largo tramo entre Zaragoza y Fraga: es lo que llamamos el “desierto” de los Monegros, el tramo más solitario y difícil de nuestro recorrido.
La peregrinación por el Camino Ignaciano se hace a pie o en bicicleta, como mejor te parezca. Con todo, si nos permites un consejo, se hace mejor andando. Te da más tiempo de entrar en la “dinámica interior” que toda experiencia de “camino largo y costoso” puede ofrecer. 

Web oficial: http://caminoignaciano.org/

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